En el marco de la IX Cumbre de las Américas, llevada a cabo en Los Ángeles, California, el CEO de Google, Sundar Pichai, anunció que la empresa invertirá 1,200 millones de dólares en América Latina durante los próximos cinco años. De esta manera busca impulsar el desarrollo económico de la región en base a la transformación digital y tecnológica. Hizo un llamado a los gobiernos, las empresas, la comunidad empresarial y las organizaciones sociales a trabajar de manera conjunta para alcanzar los cambios deseados.
Además, habló de la necesidad de que los gobiernos trabajen en torno a cuatro pilares fundamentales: 1. Infraestructura digital sostenible, 2. Capacitación en habilidades digitales, 3. Impulsar entornos para innovación y emprendimiento, y 4. Fortalecimiento de comunidades vulnerables. El consejero de Google mencionó que la inversión en infraestructura debe venir acompañada de la expansión en el acceso al internet, dirigido a mejorar la disponibilidad y la calidad de los servicios. En cuanto a la formación en tecnología, se plantea otorgar un millón de becas mediante los “Certificados de Carrera de Google”, que están enfocados en proporcionar competencias clave en campos de alta demanda. En cuanto al ecosistema digital, se busca impulsar a empresas emergentes, vinculándolas en procesos de mentorías y asesoramiento.
Finalmente, la generación de comunidades inclusivas se hará de la mano de organizaciones de sociedad civil sin fines de lucro, “que realmente se centran en las oportunidades económicas para las mujeres, los jóvenes, incluidas las empresas indígenas dirigidas por mujeres”. También se habló sobre la reciente inclusión del aymara, el guaraní y el quechua en Google Translator, como un proceso para promover la diversidad.
Si bien estas propuestas buscan impulsar el desarrollo tecnológico, sin un adecuado acompañamiento de los gobiernos, puede no sólo agravar las desigualdades, sino generar nuevas, como las que se generan a partir del extractivismo de datos. El rol de los gobiernos y entidades públicas es clave a la hora de generar marcos jurídicos y de levantar información pertinente y actualizada que permita construir regulaciones efectivas.
Si al momento de otorgar financiamiento a infraestructura, becas, emprendedores y ONG, no se toma en cuenta el acceso dispar a estas oportunidades, los beneficios terminarán por acentuar las desigualdades ya existentes. La reducción de brechas digitales implica, necesariamente, replantear el modelo económico basado en la maximización de beneficios que polariza la riqueza, a uno en donde la regulación fiscal y del mercado permitan una distribución equitativa y un desarrollo económico horizontal e inclusivo.